Las Navidades no me inspiran demasiado pero quería hacerles un homenaje. La familia y la comida (en dosis excesivas ambas, probablemente) son los elementos obligatorios, así que con ellos os presento algo más de mí. Estos pestiños caseros vienen directamente de la cocina de mis primas de Cádiz. No sé si será mi sangre árabe, pero es de las cosas más ricas que pruebo cada año en estas fechas junto con el Coconuez que trae mi hermana desde Sanlúcar de Barrameda. Ya no queda ni rastro de unos ni otros. Lástima.
Latixer, esos pestiños con anises festivaleros, que rulen por ese comedero de buitres que llamamos gimnasio, que nuestros flatos y colesteroles desmandados no desvirtúen el lema del estómago del pobre: reventar antes que sobre o en la versión luteciana: "engulle o revienta"
ResponderEliminarToo late! Mi familia ya ha dado buena cuenta de la pestiñada. Nada que hacer hasta las próximas navidades.
ResponderEliminarJa, ja, ja, ja... El próximo fin de semana en Cádiz tendrá lugar la "pestiñada" previa al Carnaval, aunque no creo que tus primas hagan pestiños para esa ocasión. Besitos.
ResponderEliminarNavidades, Carnavales, pestiñada, erizada... ¡cómo os lo pasáis! Zampad, zampad, malditos, y hacedlo a mi salud. No serán los de mis primas, pero seguro que encontrarás unos que merezcan la pena.
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