domingo, 22 de agosto de 2010

The Big Five

Con mi disfraz de Nancy Safari he recorrido unos cuantos Parques Nacionales y Reservas de Kenia y Tanzania en busca de los Cinco Grandes. He visto a estos y a doscientos más, como puestos por la agencia de atrezzo para tenernos contentos (la verdad, no entiendo el mérito de los cazadores). Pero lo más estremecedor quizá sea oírlos. Os animo a intentar dormir en una tienda de campaña mientras oís rugir al león a pocos metros... Inolvidable.

4 comentarios:

  1. Bueno, Elena, veo que ya estás otra vez aquí y no te ha comido ningún león por esas Áfricas de tus entretelas. Pena de león con lo rica que estás, jajajaja. Me alegro que hayas vuelto sana y salva, que no sana y calva por los efectos secundarios de las vacunas, jajajaja.

    ResponderEliminar
  2. Pues poco ha faltado para volver calva. Las condiciones de higiene no siempre han sido las deseables y a veces llevaba más mierda encima de lo que podía aguantar. Pero bueno, estas cosas, si no te matan, te hacen más fuerte, ¿no? Hastapronto y besos por allí.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo he vuelto más o menos sano e igual de calvo que los cuatro días que hace que me fui. Bien en cuanto tus 5 magníficos, por lo que se refiere a los rugidos, tendrías que haber conocido los ronquidos de mi padre en sus días de esplendor para experimentar el alcance del término estremecedor.

    ResponderEliminar
  4. Bienvenidoooo!!! La verdad es que hasta los ronquidos de Heidi son más feroces que los de un león. En directo parece que mugen. Lo de la MGM es pura ficción.

    ResponderEliminar